LA FLOR DE LA MAÑANA Presuntos Implicados Eran sólo dos extraños concediéndose deseos como dos enamorados. Que vaciaron sus manos de desengaños y miedos y de afecto las llenaron. Calmaron con fresas su hambre, con vino su sed, y el frío, con su calor. Y el sueño venció. La mañana volvió, y pensaron los dos: "Que habrá tras tu mirada, que tanto oculta y tanto da. Vuelve a la cama a soñar, que amor que mucho piensa, verás como comienza; y entonces pronto acabará. La flor de la mañana hoy sembraste en mi ventana, fingiendo que fingias que me amabas". Y prometieron locuras y cumplieron las promesas, y se derramó ternura. Y confundieron sus cuerpos en un sólo abrazo largo; como dos enamorados.